Flamenco, memoria y libertad
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Informe para la declaración de los Cantes Mineros y de Levante como Bien de Interés Cultural por parte de la Comunidad Autónoma de Murcia
PRESENTACIÓN DEL INFORME
DEL FLAMENCO Y DE SU CONSIDERACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL
Las bases musicales, la expresividad y la gestualidad del flamenco vienen de muy lejos en el tiempo y de muy hondo en el espacio. Pero como género propio, el flamenco nació en los cafés cantantes del último cuarto del siglo XIX, como consecuencia de muchos años de cantar, tocar y bailar el género español “a lo flamenco”
Varias generaciones de artistas y de intelectuales en concurrencia consiguieron en el siglo XX elevar el flamenco desde el malditismo social de los albañales urbanos en los que se había refugiado* hasta los escenarios más prestigiosos consagrados a la gran música. Proceso que culminaría en los pasados años 90, en los que, ante el conmovido asombro y orgulloso reconocimiento de la afición más fiel a este arte, el flamenco entraba de lleno en los espacios sacralizados de la música culta. Mucho había cambiado ya la percepción y aceptación social del flamenco. Hasta el punto de considerar en la actualidad las instituciones que el flamenco es un arte que merece ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad**.
Y es que desde que Manuel de Falla y García Lorca los iniciaron en los años 20, se cuentan por miles los argumentos elaborados por músicos y poetas y por intelectuales a favor del flamenco. Sólo a modo de ejemplo del alcance actual de la consideración musical del flamenco, citamos aquí unas declaraciones hechas en 2005 por la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli:
“Adoro el flamenco…. porque me ayudó a aprender cómo transmitir pasiones. La música es fascinante y verdadera. Es auténtica e instantánea a la hora de contagiar emociones. Nunca indiferencia, con momentos que a la vez son de dolor y de alegría. Es un arte profundo y liberador de cuyo lenguaje me queda mucho que aprender todavía”
* El género musical de marca española...
fue expulsado hacia 1850 de los teatros de las grandes capitales europeas, en los que había estado de moda. Se alojó en los cafés cantantes. Las nuevas características de espacio, público y ambiente obligó a un género que había sido danzarín, expansivo y abierto a hacerse hondo, a cantar para dentro y a bailar en una losa. “Con la piel como límite” Génesis García. Anthropos, 1993
** Con la intervención de las Consejerías...
de Patrimonio de las CCAA de Andalucía, Murcia y Extremadura, en octubre de 2009 se ha vuelto a proponer a la UNESCO la petición de que el Arte Flamenco sea considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
DE LOS CANTES MINEROS Y DE LEVANTE Y DE SU CONSIDERACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL
Del género flamenco forma parte específica un grupo de cantes desarrollados entre Andalucía oriental y Murcia denominados Mineros y de Levante. Y que han tenido superior implantación y desarrollo en la Sierra Minera del Levante de Cartagena y el municipio de La Unión, cuyo Festival del Cante de las Minas, evento que cumple ahora 50 años, es marca calidad en el mundo de la cultura.
Por todo ello, la Comunidad Autónoma de Murcia, siguiendo el impulso del reconocimiento mundial de este bien que nos es propio, y por la intermediación de su Dirección General de Bellas Artes, propone iniciar expediente para la declaración de los Cantes Mineros y de Levante como Bien de Interés Cultural, por ser de su consideración el ámbito geográfico y administrativo que les compete. Y para su reconocimiento en el resto de las CCAA del territorio español, así como en el ámbito internacional que se hace eco, cada vez con más intensidad, del valor musical, antropológico, artístico y escénico del flamenco en general y de los Cantes Mineros y de Levante de forma muy especial.
Con la circunstancia añadida de quedar incorporados a este bien cultural una serie de bienes inmuebles, derivados del hecho sociológico diferenciador de ser el cante minero el único dentro del flamenco ligado a una explotación laboral, en este caso la industria minera.
Y como justificación de esta decisión procede a desarrollar expediente conforme a los artículos 16 y 17 de la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia. Expediente del que forma parte este informe, que contiene:
A) CINCO APARTADOS JUSTIFICATORIOS DEL BIEN A DECLARAR DE INTERÉS CULTURAL:
- LA MUSICALIDAD JONDA DEL FLAMENCO
- LA MUSICALIDAD JONDA DE LOS CANTES MINEROS Y DE LEVANTE
- LA HISTORICIDAD DE LOS CANTES MINEROS COMO PATRIMONIO INMATERIAL: CANTE Y TROVO EN ESA HISTORICIDAD
- EL FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS EN EL RENACER DEL CANTE MINERO. EL FESTIVAL, MARCA DE CALIDAD PARA MURCIA, PATRIMONIO INMATERIAL
- BIENES INMUEBLES ASOCIADOS PATRIMONIO MATERIAL: SIERRA MINERA, MUSEO MINERO Y MUSEO DEL CANTE DE LAS MINAS
B) DOCUMENTOS ANEXOS AL INFORME:
- PUBLICADOS CON ANTERIORIDAD
- ELABORADOS POR DISTINTOS ESPECIALISTAS A PETICIÓN
- DECLARACIONES GRABADAS A PETICIÓN
C) APÉNDICES CON LISTADOS DE INTERÉS PARA EL EXPEDIENTE
Informe completo
Título: Informe para la declaración de los Cantes Mineros y de Levante como Bien de Interés Cultural por parte de la Comunidad Autónoma de Murcia
Nota de edición:
Autor: Génesis García Gómez
Decreto: 2/2011, de 28 de enero, por el que se declara bien de interés cultural inmaterial “Los Cantes Mineros y de Levante”
Año de publicación: 2011
País: España – Idioma: español
BORM: Nº 25 martes, 1 de febrero de 2011
RELACIÓN DE ANEXOS
1 • “LA COMPOSICIÓN MUSICAL MURCIANA EN RELACIÓN CON EL FOLKLORE Y EL FLAMENCO MINERO” - Salvador Martínez García
El continuo proceso de realimentación que históricamente se ha producido desde el folklore al flamenco y al contrario, desde prácticas flamencas asimiladas por el pueblo, ha creado, a lo largo de los años, un interesante y original estilo musical popular de ámbito mediterráneo y levantino.
En Murcia, los cantes mineros han sobrepasado con creces este ámbito popular para integrarse en el género flamenco, aún manteniendo su propia y genuina casta heredera de la tradición popular del levante, no andaluz y no gitano.
Las peculiaridades musicales de los cantos mineros parten de la peculiar manera de entonar los cantos de labor de nuestra tierra, recogidos en los cancioneros más antiguos como el de Calvo, Inzenga, Almagro o Verdú. Cancioneros que pudieron usar músicos tan importantes como Manuel de Falla para sus Canciones Populares o Fernández Caballero para el uso de sus obras escénicas.
La transcripción de los cantos de las minas revela en muchos casos este pasado enraizado en el uso de escalas y modos que aportan al flamenco nuevos intervalos musicales que le añaden una expresividad que le era ajena.
El ritmo, la forma y otros elementos musicales, también se ven favorecidos por el ámbito musical levantino para redondear un estilo de canto y acompañamiento personal y de difícil adecuación a las maneras flamencas de extracción andaluza.
Podemos afirmar sin ánimo de errar, que los cantes de La Unión son una manifestación única y peculiar, producto en su origen de la interacción y amalgama de los elementos principales de la música popular murciana, asimilados con naturalidad y trascendiendo a una genuina forma de expresión que entronca con el flamenco y el arte personal de sus grandes creadores.
Son muchos los compositores no murcianos y murcianos que desde el siglo XIX y fundamentalmente desde el nacionalismo decimonónico han utilizado el folklore y el flamenco de raíz murciana para la creación musical.
Manuel de Falla, en sus Siete Canciones Populares hizo una Nana de origen judeo sefardí murciana, la canción del “paño fino” y las seguidillas murcianas.
Enrique Granados en sus “Ecos de Parranda” y en la única ópera nacionalista española “María del Carmen” basada en el folklore murciano íntegramente, dónde los recitativos y algunas arias, recuerdan el canto típico murciano sin compás en forma de malagueña y fandango y que representa tan bien al cante minero.
Sabemos que Rimsky Korsakov anduvo por el sur y Cartagena y que conoció los cancioneros murcianos utilizando una melodía española en su “Capricho Español”, dónde la forma de seguidilla murciana anda presente de forma obstinada.
Pero son los compositores autóctonos los que hasta el día de hoy han bebido de la fuente inagotable del folklore y la tradición minera.
El más importante Manuel Fernández Caballero en toda su obra escénica y orquestal. Bartolomé Pérez Casas, fundamentalmente en su prodigioso poema sinfónico “A mi tierra” dónde los largos pasajes centrales rememoran los cantos de labor y la libertad del cante minero posterior. En el XIX otros compositores menos conocidos ya utilizan el fandango y la malagueña como formas de expresión. Como el guitarrista lorquino Antonio Cano, uno de los más importantes de toda la historia de este instrumento. Su Gran Fantasía “A mi tierra”, sobre motivos populares y su Gran Jota de concierto recuerdan el estilo peculiar del levante español y el folklore murciano. Julián Calvo en sus Seguidillas y Antonio López Almagro en su obra de piano y orquestal junto a otros autores menores trabajaron desde la zarzuela inspirándose fundamentalmente en nuestra tradición musical.
El siglo XX ve nacer a los dos compositores más motivados para revolucionar la música popular con sus propuestas creativas: Mario Medina, de Murcia, y Julián Santos, de Jumilla. Ambos nacidos en 1908 y pertenecientes por derecho propio a la generación del 27 aunque olvidados en los libros de historia.
Medina, alumno de Turina, deja una obra ingente en el uso del flamenco y el folklore: “Sinfonietta Murciana para orquesta”; “Concierto Murciano para guitarra y orquesta”; “Capricho-Obertura para orquesta”, piezas para piano, música de cámara, dúos y canciones. Y la más emblemática en jondo, el “Preludio y fuga sobre la petenera”
Santos aparte de unas pequeñas obras de cámara y piano, es en su obra escénica y orquestal dónde hace un uso intensivo del nacionalismo musical con elementos propios del folklore murciano.
Emilio Ramírez, en “Nazareno Colorao” y en su obra orquestal “Cuadro Murcianos” refleja con exactitud el ambiente levantino y el carácter de la malagueña de la “madrugá”, muy cercana en estética a la cartagenera.
José Salas en sus obras orquestales “La huerta canta” y en “La huerta de Murcia” acerca la tradición popular a un nuevo impresionismo de ascendencia murciana.
Manuel Massotti, en su ingente obra coral, monopoliza la canción popular y sus formas. Su “Amanecer en la Huerta” para orquesta de cuerdas recrea el tempo libre de los cantos de labor.
Benito Lauret, magnífico músico cartagenero, compuso una “Suite folklórica” y un “Concierto para guitarra y orquesta”, llamado JEREZ, muy interesante en este ámbito porque lo compuesto sobre los palos flamencos.
Ginés Abellán utiliza en algunas de sus obras la tradición popular de forma escueta pero muy original.
José Luís López García, de origen navarro valenciano, desarrolla su carrera en Murcia elaborando una obra orquestal, vocal, de cámara y pianística, donde el uso de los elementos populares tienen un original tratamiento. Un buen ejemplo es su “Scherzo Caprichoso” sobre las Jerigonzas de Cieza.
Ya en los últimos tiempos se nota un nuevo renacer a postulados nacionalistas tras un paréntesis de especulación y vanguardia modernista.
Manuel Martínez en su obra orquestal “Concierto para guitarra y orquesta” propone un uso del folklore adaptado a las formas clásicas. Su obra coral y de cámara está llena de referencias a la música popular de las que destacan sus “Ecos Murcianos”, en versiones distintas para arpa y dos guitarras.
Por último, el compositor Salvador Martínez, que firma este informe, ha trabajado de forma sistemática en toda su obra en la búsqueda de un lenguaje netamente mediterráneo que incluyera el folklore y la tradición minera. Producto de este trabajo son obras como “Mediterranía” para cuatro percusionistas y cuyo tercer movimiento se titula “En la mina La vagoneta” para grupo instrumental. Una Nana para voz y piano, dedicada a Antonio Ayala el Rampa y grabada por él. “Tríptico Mediterráneo” para violín y piano sobre calas cartageneras, del que se destaca “Bahía de Portmán” en el uso de la estética del canto minero, “Fantasía sobre el paño fino para cello solo”, “Impromptu” para violín y piano; “Duerme niño”, para contralto y coro mixto, el CD “Desierto del Cajitán”, sobre el folklore murciano en su totalidad, “Cala sufí”, para grupo instrumental y otras obras que en mayor o menor medida hacen uso de estos elementos.
Para terminar remarcar que bajo el impulso de la administración y alentado desde la figura incuestionable de D. Enrique González Semitiel se han hecho en los últimos años encargos sistemáticos a compositores murcianos para la creación de nuevas obras en las que el uso de los elementos populares y el cante de las minas estén presentes. El ciclo de la Casa pintada de Mula, el de Jóvenes Intérpretes del Auditorio de La Alberca y el Ciclo del MUBAM son hoy día la plataforma existente para dar cobertura a la composición regional que tantas veces bebe en las fuentes de nuestra música folklórica y flamenca y en los ya muy consolidados y divulgados desde La Unión “Cantes Mineros”.
Salvador Martínez García
Compositor, Intérprete e Investigador
Director del Centro de Documentación Musical de Murcia
2 • “LOS CANTES MINEROS: TARANTA, CARTAGENERA Y MINERA” - José F. Ortega
Bajo el epígrafe de “cantes de las minas” convive un grupo de cantes de características musicales similares, íntimamente unidos en sus comienzos al mundo de las malagueñas. Poco a poco, la peculiaridad de sus giros los va distanciando de éstas, y terminan por conformar un grupo aparte, cuyos nombres singulares los distinguen del resto.
La estructura de los cantes mineros es la misma que la del fandango. Primero, la guitarra expone algunas variaciones elaboradas sobre la base armónica de la cadencia andaluza llevada al tono de tarantas. A continuación, el cantaor entona la salida o temple, un melisma de dimensiones variables articulado sobre uno o varios “ayes”. La guitarra ejecuta después unas falsetas a modo de interludio. Y, de inmediato, el cante propiamente dicho, dividido en seis fragmentos melódicos, denominados tercios, coincidentes con cada uno de los versos de la copla.
Y, sin embargo, aunque comparten estructura con los fandangos, malagueñas y otros cantes afines, la atmósfera sonora que recrean los cantes mineros es tan sorprendente y distinta que marca un punto y aparte dentro del flamenco. Tal circunstancia se explica, por una parte, por las especiales características de los acordes que conforman el conocido “toque por tarantas” con el que tradicionalmente se acompañan. Y por otra parte, una peculiar organización melódica es lo que diferencia a los cantes de las minas en el conjunto del cante flamenco, desarrollo melódico que hemos de destacar en este punto en el que de los cantes mineros estamos hablando.
Los cantes mineros basan su desarrollo melódico en la escala característica del modo de Mi, el modo deuterus de los modos eclesiásticos, habitualmente conocido como modo frigio, llamado dórico en la nomenclatura de la teoría musical griega. Esta particularidad es compartida con muchos otros estilos de cante flamenco. Ahora bien, los cantes de las minas hacen un peculiar uso de esta escala. En efecto, ciertos sonidos de la gama son de afinación fija, invariable; en cambio, otros pueden modificar su altura cuando mejor convenga. Esta circunstancia afecta principalmente al V grado, de forma que el uso ambivalente de esta nota, unas veces en su estado natural y otras bemolizado o rebajado, es la característica más llamativa de los cantes mineros. El empleo de estos cromatismos es lo que provoca la aparición de lo que los aficionados denominan “medios tonos”, genuinos de los cantes mineros y que, según los entendidos, tanto cuesta asimilar.
LA TARANTA
Es para algunos el cante minero por antonomasia. Es uno de los palos más ricos en variantes melódicas, prueba del enorme interés que durante un tiempo despertó entre artistas y aficionados. De todas ellas, pervive en la actualidad una que es la que acostumbran a interpretar los cantaores que participan por esta modalidad de cante en la fase de concurso del Festival del Cante de las Minas. Hay quien se refiere a ella como taranta artística, un cante que hunde sus raíces en épocas pasadas, cuando Escacena y el Niño de Marchena eran los reyes de la taranta, secundados por ilustres cantaores de la tierra, como Fanegas o Manuel González “Guerrita”.
Su estructura es la de los fandangos, pero algunos tercios pueden alargarse mediante la repetición de palabras o la introducción de otras nuevas que dan soporte a un ambiente sonoro radicalmente diferente al de aquellos, debido al toque de guitarra y a la característica paleta sonora de la que se nutre.
Tras la salida y el interludio de la guitarra, arranca el primer tercio, creándose una atmósfera henchida de dramatismo. Lo hace con un “ay”, con el I grado de la escala en el registro agudo como eje y finalizando con una leve cadencia sobre el VII, que la guitarra refuerza con el correspondiente acorde menor. De inmediato, la melodía sigue su curso buscando una cadencia sobre el V grado rebajado, típica de los cantes por tarantas. Digno de mención es también el quinto tercio, en el que la línea melódica explora los tonos más graves de la escala, lo que aporta una cierta solemnidad al cante. Y, naturalmente, el sexto, que se amplía con la repetición de algunas palabras del verso, lográndose así una suerte de clímax que arranca las ovaciones de los aficionados.
En definitiva, la taranta es un cante que destaca por el preciosismo de su línea melódica, de ámbito considerablemente extenso y tendente al melisma, lo que exige gargantas lábiles, de amplio recorrido y con facilidad para modular.
CARTAGENERAS
Es la común denominación de dos modalidades de cante minero emparentadas por su estructura, como todos estos cantes, común con los fandangos. Pero que se diferencian entre sí por la naturaleza de su organización melódica.
La primera de ellas, conocida popularmente como cartagenera grande, y cuya letra más conocida es la de “Los pícaros tartaneros”, tiene un mayor parentesco con las malagueñas que con las tarantas, como evidencia su desarrollo melódico así como las cadencias elegidas para el cierre de los tercios. No obstante, el hecho de que suela acompañarse a la guitarra por el toque por tarantas enmascara un tanto esta circunstancia.
En este cante no se acostumbra a emplear salida sino que, tras el preludio de la guitarra, el cantaor arranca directamente con el primer tercio, de factura inconfundible. En él, la línea melódica parte del III grado, alterado en un semitono ascendente, avanzando hasta el VII, que suele alargarse ostensiblemente. Llamativa es también la cadencia sobre el IV grado, sostenida por el correspondiente acorde menor en la guitarra, que impregna de emotividad la melodía.
Otra modalidad de cartagenera es la denominada cartagenera a secas, o también de Chacón o del Rojo. Se trata propiamente de una taranta, como lo demuestran muchos de sus giros, particularmente las cadencias de los tercios primero y tercero. Una taranta, eso sí, bien diferenciada de otras modalidades y con una línea melódica de gran belleza, particularmente en sus dos últimos tercios.
Tras la salida y la preceptiva falseta-interludio de la guitarra, arranca el primer tercio, que de forma inequívoca ayuda a identificar este cante. Construido sobre la mitad del segundo verso, lo que denota una posible influencia almeriense, su concepción es harto sencilla. Se abre con un “ay” que sitúa la melodía en el VI grado, convertido, con alguna leve inflexión, en el eje melódico sobre el que casi se recita el texto. En la cadencia se busca el V, sello característico de los cantes por tarantas. Muy llamativo es también el quinto tercio, sin duda, el de más hermosa factura, que suele cerrarse con un “ay”, preparando el enlace con el tercio siguiente.
Entre sus letras más famosas está la que empieza “Un soberano/ lloraba una cartagenera/ a los pies de un soberano”, que probablemente haya influido en su etiquetado como cartagenera.
MINERAS
Si la taranta es el cante minero por antonomasia, la minera es el estandarte del Festival del Cante de las Minas. Se trata de un cante muy arraigado en la Sierra Minera de La Unión y Cartagena. Como los anteriores, presenta la estructura típica del fandango, basándose en una quintilla octosilábica que, al desarrollarse musicalmente, se transforma en seis tercios o incisos melódicos, por lo que se ha de repetir uno de los versos (o dos, si se trata de una cuarteta). También como los anteriores, se acompaña a la guitarra con el toque por tarantas, y en su línea melódica se detectan giros y melismas típicos de esto cantes, pero que en ella cobran otra dimensión.
Si bien hablamos de la minera, en singular, en realidad podríamos hablar de las mineras pues, aunque con claras similitudes entre sí, existen diferentes patrones melódicos que los aficionados vinculan a las figuras de Antonio Piñana, Pencho Cros y Encarnación Fernández. No obstante, todas guardan un estrecho parecido entre sí, particularmente en el cuarto tercio, que ayuda enormemente a distinguir de otros este palo. Es un tercio que se caracteriza por un impresionante ascenso de la línea melódica, en el que se alcanza la cumbre melódica del cante. Bien interpretado, se crea una atmósfera de dramatismo que impacta en el oyente, conmoviéndolo profundamente. Lo curioso es que se basa en una fórmula melódica harto frecuente en la familia de las tarantas, pero que la minera suena diferente, como un grito desgarrado de dolor incontenible. Destaca también el remate del sexto tercio, un melisma de considerable extensión y difícil ejecución, que recorre prácticamente todos los grados de la escala del modo.
EL FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS DE LA UNIÓN
Los cantes de las minas conocieron su época de esplendor en las primeras décadas del siglo XX. En buena medida, su suerte está ligada al auge de la actividad minera, que conoció una primera etapa, mediado el siglo XIX, en Almería y, más tarde, en Jaén y en la Sierra Minera de La Unión y Cartagena. Con los años, y coincidiendo también con el declive de la minería, fueron perdiendo el interés del gran público, que comenzó a mostrar preferencia por otros estilos flamencos más fáciles de digerir; como los fandangos personales.
Los cantes mineros, de los que se cree fueron rudos y ásperos en su origen, sufrieron con la profesionalización de los artistas un paulatino proceso de adaptación, dulcificando sus contornos y dando ocasión al exhibicionismo vocal y al garganteo vacuo, perdiendo en definitiva parte de su esencia más genuina. Éste sería el primer paso de un lento proceso de desaparición que acabó por sumergirlos en un casi total olvido. Por fortuna, un hecho meramente anecdótico provocó un efecto de reacción que evitó lo irremediable.
Corre el año 1961 y Juanito Valderrama, el famoso cantaor de Torre del Campo, conocedor de la solera jonda de La Unión, anuncia en el transcurso de su actuación en la ciudad minera que va interpretar unos cantes locales. Una parte del público no sabe, sin embargo, agradecer su generosa intención e, impaciente por escuchar aquellas canciones facilonas que lo auparon al éxito, interrumpe al cantaor. Valderrama, sorprendido y decepcionado, se encara con ellos y abandona el escenario. Según se narra en las crónicas, este hecho fue el detonante para la puesta en marcha del, sin lugar a dudas, evento flamenco más importante de España: el Festival, hoy Internacional, del Cante de las Minas de La Unión. Tal y como recuerdan el escritor y pintor Asensio Sáez y Esteban Bernal, alcalde por aquel entonces, esa misma noche un grupo de personas, un puñado de mentes inquietas con ellos dos a la cabeza, decidieron poner en marcha un concurso de cante que resucitara los viejos sones mineros. A pesar de los lógicos titubeos de los primeros años, de errores de organización y de veredictos polémicos del jurado –que han dado, dan y darán siempre mucho que hablar, levantando encendidas críticas entre los aficionados – la fase de concurso del festival sigue en pie, y año a año continua atrayendo a numerosos artistas que ansían por conseguir alguno de sus máximos trofeos: la Lámpara Minera, en la modalidad de cante; el Desplante, en la de baile; el Bordón Minero, en la de guitarra; o el Filón, premio recién instaurado para el mejor instrumentista flamenco.
El efecto dinamizador que no sólo para la Región de Murcia sino para el arte flamenco en general ha tenido y tiene el Festival del Cante de las Minas de La Unión guarda un cierto parangón con los objetivos que perseguía aquel mítico concurso que, auspiciado por personalidades tan relevantes como Manuel de Falla o Federico García Lorca, se celebró en Granada en 1922. Con una clara diferencia, que éste último conoció una única edición, mientras que nuestro festival cumple en 2010 sus bodas de oro. Y de lo que no cabe duda es de que gracias a él, los cantes mineros siguen escuchándose año a año, por el gran protagonismo que tienen en la fase de concurso, quedando de algún modo asegurada su pervivencia.
José F. Ortega (LISTADO INVESTIGADORES BIBLIOGRAFÍA)
Titulado Superior en las especialidades de Solfeo y Teoría de la Música, Pedagogía Musical y Musicología, y Doctor en Filología Clásica, es profesor del Área de Música en la Universidad de Murcia. Es así mismo director de la Revista de Investigación sobre Flamenco “La Madrugá” (http://revistas.um.es/flamenco), editada por la Universidad de Murcia.
3 • “CON MAIRENA CULMINÓ EL PASADO; CAMARÓN VOLÓ HACIA EL FUTURO” - Génesis García
(El genio flamenco siempre es mestizo y resulta puro)
… cuando asistimos al reconocimiento de un mito como artista flamenco hemos de tener en cuenta que siempre significa que ha habido unos precedentes artísticos que ése que llamamos genio ha acertado a sintetizar. Esto no pasa sólo en flamenco, sino en todas las artes y en todas las ciencias, cuyos frutos maduros se recogen siempre después de una época de intentos dispersos y siempre como final de un proceso. La única diferencia es que ese final de un proceso que un artista acierta a sintetizar puede ser:
-Un cierre en el que culmina el pasado, o bien,
-Una puerta con la que se abre el futuro.
Esta es la diferencia entre Antonio Cruz, Antonio Mairena y José Monge, Camarón de la Isla.
Antonio dejó todo el flamenco clásico de la época de los cafés sistematizado, cerrado, «edulcorado», según sus propias palabras, y concluso. Y fue síntesis de una expresividad gitano-paya para cantar y de una profesionalidad absolutamente paya para elaborar su obra, presentarla al mundo y cerrala para la posteridad. Camarón fue síntesis de unas capacidades físicas musicales en las que se fundían la expresividad radicalmennte gitana con la musicalidad «de órgano», le decían, de una estilistica paya que en su garganta alcanzaba los más sorprendentes registros melódicos. Por eso cantó por fandangos y por Levante y por cantes de minas con tan apabullante grandeza, inyectados los palos de los payos del dramatismo gitano. Camarón ha sido la última síntesis del flamenco, pero con un valor añadido: no sólo ha sintetizado lo payo y lo gitano sino que proyectó el flamenco hacia el futuro al abrirse a otros mundos musicales y rítmicos que si no eran ajenos al flamenco en aquellos años de la ortodoxia militante le habían sido vedados, precisamente por que el corpus musical del flamenco se consideraba cerrado por la obra de Antonio Mairena.
Pero no era así. Y si bien otros artistas estaban en ello, a Camarón le tocó culminar esta apertura. El flamenco es culto y es popular. Camarón no confundió lo culto con cantar en la Universidad y lo popular con cantar en Festivales. El fundió con su cante a públicos consumidores de música sinfónica, con públicos consumidores del «rock», el «pop», el «jazz», las músicas étnicas y la «new age»… Y con públicos morenos y ancestrales que lo consumían a él, al mito Camarón al que ver y, si podía ser, tocar para conjurar el mal. Todos los genios son síntesis y culminación de un proceso precedente, nunca surgen del punto cero. El flamenco tiene un recorrido de apertura y encuentro con otras músicas que culminó en Camarón. Pero la puerta del flamenco quedó por su arte abierta para el futuro.
Génesis García
Doctora en Filología Románica
4 • “VALORES MUSICALES DEL TOQUE “DE LEVANTE” O “POR TARANTAS” Y DE SUS DERIVADOS “POR MINERA” Y “POR RONDEÑA” - Norberto Torres Cortés
EL CONCEPTO DE TOQUE
La afición entiende por “toque flamenco” el que acompaña el cante y el baile, y considera aparte la guitarra solista. Así, la propia definición del concepto “toque flamenco” alude a la función armónica (“acordes”) y rítmica (“recursos rítmicos”) de la guitarra flamenca. Entenderemos pues por “toque flamenco” la función de acompañamiento de la guitarra flamenca, y por “toque solista” su utilización para concierto.
TOQUES FLAMENCOS: POR ARRIBA Y POR MEDIO; POR GRANAINA Y POR LEVANTE O POR TARANTAS; POR RONDEÑA Y POR MINERA
A partir de transposiciones de la armonización de la cadencia andaluza, los guitarristas han establecido varios toques, cada uno con su color característico.
A partir de la nota Mi, dada por la sexta cuerda al aire, el toque es llamado «por arriba»: La menor, Sol mayor, Fa mayor, Mi mayor. A partir de la nota La, dada por la quinta cuerda al aire, el toque es llamado «por medio»: Re menor, Do mayor, Si mayor, La mayor. A partir de la nota Si, dada por el segundo traste de la quinta cuerda, el llamado toque «por granaina»: Mi menor, Re mayor, Do mayor, Si mayor. A partir del segundo traste de la sexta cuerda, se da el llamado toque «por Levante», también conocido como toque “por tarantas”: Si menor, La mayor, Sol mayor, Fa# mayor.
El guitarrista Ramón Montoya, además de influir en la estabilización definitiva de estas transposiciones por su trabajo artístico con el cantaor Antonio Chacón, las ha ampliado con otras dos. A partir del cuarto traste de la quinta cuerda, desafinando dos cuerdas, crea el llamado «toque por rondeña»: Fa menor, Mi mayor, Re mayor, Do# mayor. Y a partir del cuarto traste de la sexta cuerda, el llamado toque «por minera»: Do# menor, Si mayor, La mayor, Sol # mayor.
EL TOQUE DE LEVANTE O “POR TARANTAS”
A) UN TOQUE DEL SIGLO XX
En su método de 1902, Rafael Marín no recoge el toque “por Levante”, lo que indica que, caso de utilizarse ya, no estaba difundido entre los profesionales, por lo que podemos afirmar que se trata de un toque que ha sido elaborado a principios del siglo XX. Su creación se atribuye a Miguel Borrull padre o a Ramón Montoya. Lo cierto es que sí está claro es que don Antonio Chacón, al popularizar los estilos mineros, contribuyó a su difusión y consolidación entre los profesionales y aficionados. Resulta sintomático que Miguel Borrull y Ramón Montoya hayan sido precisamente los dos tocaores principales que acompañaron a Chacón a finales del siglo XIX y principios del XX, con estancia incluida en La Unión, como lo documenta José Geraldo (2007). Y que haya sido Montoya el que grabara de forma ya bien definida este toque como acompañamiento de los estilos mineros con Antonio Chacón en 1913.
B) PARTICULARIDADES ARMÓNICAS: EL COLOR A AZUFRE” DE LEVANTE
Este toque tiene unas características armónicas muy acusadas, con el uso de disonancias propias, muy agresivas, que lo sitúan de lleno, por su atrevimiento, a la altura de la vanguardia musical de las primeras décadas del siglo XX. Lo más curioso es que este aspecto vanguardista resulta de las propiedades de afinación de la guitarra y de su disposición de acordes, unida a la intuición genial de los tocaores quienes, guiados por su oído, y ajenos a las especulaciones musicales del momento, consiguieron elaborar desde lo popular una de las sonoridades más atrevidas de la época.
Veamos cómo se ha construido este toque.
Al tener que acompañar estilos de la familia de la malagueña, acompañados habitualmente con el toque “por arriba”, y al tener el cantaor una tesitura de voz más aguda, el hipotético tocaor transporta el acorde de tónica Mi del toque “por arriba” un tono más alto, y lo coloca dos trastes más arriba. Supongamos que nuestro hipotético tocaor no tenga este día cejilla para acompañar cómodamente, por lo que tenga que hacer esta operación de transporte sin este aparato. Una vez colocada la mano en el segundo traste, poder acompañar el cante en esta posición resulta incómodo ya que no es una “postura” natural en la guitarra, y por eso requiere, a defecto de la ausencia de la cejilla mecánica, usar la otra, la del dedo índice de la mano izquierda que pisa todas las cuerdas. Utilizar constantemente esta cejilla física resulta incómodo para la mano, ya que se trata de una posición crispada que pronto le cansará y agarrotará. Para relajarla, será necesario dejar de hacer la cejilla en todas las cuerdas con el índice, que solo pisará la sexta cuerda. Aunque parece una operación de ergonomía musical elemental, armónicamente el resultado será muy diferente:
El acorde sin cejilla presenta dos notas disonantes, extrañas a la armonía: la séptima Mi, dada por la primera cuerda al aire, y la nota Si, dada por la segunda cuerda al aire y que, debido a su posición en la escritura vertical, adquiere el nombre de oncena.
Rossy (1966: 97) dirá sobre ello que: “(los guitarristas gitanos) precursores de Vincent d´Indy, Debussy y Falla, obtienen efectos armónicos que enriquecen la música popular de Andalucía y Levante con las atrevidas concepciones de la armonía moderna”.
El acorde tiene además la particularidad de presentar un intervalo de segunda menor (La# Si), prohibido entre otras cosas por la armonía clásica. Tocado solo resulta inaudible, pero así con todo el acorde estructurado, da un colorido muy peculiar que sugiere con un poco de imaginación, la sensación de escuchar un cuarto de tono. Veremos más adelante que a partir de este momento, la segunda menor será una constante en la armonía del toque, y uno de los recursos utilizados en la estética musical del flamenco. Quizá el guitarrista intentaba reflejar con la armonía una de las particularidades del cante por tarantas.
Con el acorde de oncena, se puede hablar de indefinición tonal. Quizá la respuesta de los tocaores ante el problema surgido por melodías con rasgos particulares, entre otros, la difícil compatibilidad con la armonía.
Pero hay más.
Si el acorde 1) es el que podemos escuchar en las primeras grabaciones y el que recoge Rossy en su tratado teórico, los tocaores han aportado hoy una modificación, levantando simplemente el dedo medio de la mano izquierda, transformando el La# en Sol.
Esta simple cuestión técnica, con toda seguridad para ejecutar una introducción en ligados con los dedos índice-medio en la sexta cuerda que pasó a ser la forma de anunciar el toque “por Levante”, tiene varias consecuencias.
Al desaparecer el La# desaparece el intervalo de tercera mayor que determinaba el modo mayor del acorde de dominante. Al tener la tercera cuerda al aire, resultará claramente en las tres primeras cuerdas un acorde de Mi menor en su primera inversión. Seguimos teniendo un intervalo de segunda menor, es decir disonante, esta vez entre las notas Fa# y Sol. Volviendo al acorde de oncena anterior y a su carácter bimodal o tonalidad indefinida, tenemos ahora un acorde menor definido (Mi) y un acorde mayor no definido (Fa# sin la tercera que determina el modo), pero sí asimilado como mayor en la cultura musical flamenca que espera siempre un acorde mayor como conclusivo de la cadencia andaluza. El resultado es por consiguiente la superposición de dos acordes: uno mayor sugerido, y otro menor definido.
Con esta relación tonal, encontramos uno de los toques más bellos que los guitarristas flamencos han podido desarrollar como es el toque de Levante o “por taranta”.
DERIVADOS DEL TOQUE DE LEVANTE O “POR TARANTAS”
A) EL TOQUE “POR MINERA”
Según nos informa Manuel Cano (1986: 228), Ramón Montoya, buscando el acoplamiento del toque de Levante con una voz aguda, adapta la cadencia andaluza con la secuencia armónica Do#m, SiM, LaM y Sol#M :
“La dificultad que supone para un guitarrista el acompañamiento y el encontrar la justa tonalidad de las voces muy agudas en los tonos tradicionales, hace que la gran sabiduría de Ramón Montoya adopte un tono nuevo en la guitarra, SOL SOSTENIDO, con lo cual en una misma posición de la cejilla o “capodastro”* dentro de la división o traste se ha conseguido subir un tono a la tonalidad normal de la taranta: FA SOSTENIDO, encontrándose los tonos relativos a las distintas modulaciones exigidas en el desarrollo de los tercios del cante, en posiciones normales y tan fáciles como pueden ser MI SÉPTIMA-SI MAYOR o LA MAYOR”**.
[*] Italianismo introducido en el uso de los guitarristas españoles como sinónimo de cejilla. Al designar la palabra española “cejilla” tanto el dedo índice que pisa varias cuerdas, como el aparato que se coloca en el mástil para esta misma función, este italianismo deja claro de que se trata del aparato.
[**] La voz es la de José Cabello Luque “Chaconcito” (Aguilar de la Frontera (Córdoba), 1915-¿?), joven cantaor que con diez años mendigaba por el barrio Vallecas de Madrid, recogido por el tocaor Marcelo Molina y contratado después por el empresario Vedrines, actuaría entre 1926 y 1932 en los teatros y cines madrileños. Según Blas Vega y Ríos Ruiz, fue un destacado imitador de las figuras de la época, entre ellas como su nombre artístico indica, Antonio Chacón (Blas Vega y Río Ruiz, 1988: 234).
Examinando de cerca esta relación armónica aplicada a la guitarra y en la forma que la ejecutan los tocaores, vemos que permite la utilización frecuente del intervalo de segunda menor, dado una vez más por la nota pedal Mi en la primera cuerda. También Montoya procura alternar la posición normal Sol#M con cejilla al cuatro, con otra posición en el primer traste que permite el intervalo de segunda menor en los bajos. Vemos que ha asumido musicalmente la segunda menor como colorido del toque de Levante y busca su relación en la elaboración de nuevos toques, en este caso el que grabará como solista con el nombre de “Minera”***.
[***] Ramón Montoya grabó el toque de minera en París en una serie de seis discos de 30 cm en el sello BMA (La Boîte à Musique), entre el 21 y 22 de octubre, con lo que hoy llamaríamos “producción” de Marius de Zaya. Estos discos aparecieron en el catálogo de la BMA con el título genérico de “Arte Clásico Flamenco” entre “Orfeo” de Monteverdi y el “Clavecino bien temperado” de J. S. Bach. Otro toque célebre que quedó registrado en esta memorable grabación de guitarra flamenca de concierto fue el de rondeña.
Acordes conclusivos que marca la guitarra en el toque “por minera”:
Por las varias disonancias que permite, particularmente el intervalo de medio tono o segunda menor, es en la actualidad uno de los más interpretados por los concertistas actuales, que encuentran en su armonía la posibilidad de elaborar falsetas que suenen nuevas.
B) EL TOQUE “POR RONDEÑA”
La estética de Levante será una de las predilectas de Ramón Montoya, quien establecerá un último toque para concierto, el de rondeña, sin que tenga relación con el estilo de cante con el mismo nombre. La rondeña es una pequeña composición para guitarra flamenca solista que utiliza una afinación especial prestada del laúd renacentista, desafinando medio-tono la tercera cuerda, que pasa de Sol a Fa#, y la sexta cuerda un tono, que pasa de Mi a Re. Ramón Montoya la grabó en 1922 y 1936 y se ha mantenido como toque de concierto, hasta la época que hemos calificado de “contemporánea” (Torres, 2004), en la que entre otros recursos para redefinir el código de las reglas estéticas del flamenco, se utiliza este toque para cualquier estilo, sea rítmico o libre.
EL TOQUE DE LEVANTE HOY
Hemos visto que el toque de Levante, de creación reciente ya que se configura a principio del siglo XX, es uno de los toques más bellos desarrollados por los guitarristas flamencos. Su carácter atrevido con la utilización de disonancias vanguardistas en la época, de sonido agresivo para el color a azufre de la tragedia del mundo minero, fascinó permanentemente a los propios tocaores y al mundo musical contemporáneo. Desde que Ramón Montoya grabara sus toques solistas de taranta, minera y rondeña, todos los concertistas han compuesto sus propios toques de taranta, minera y rondeña. Hoy, no se concibe un concierto de guitarra flamenca sin la interpretación de un toque de Levante.
Los concertistas actuales incluso suelen grabar varias tarantas, mineras y rondeñas, e investigar musicalmente su sonoridad “a azufre”, sus disonancias agresivas, tan agradecidas en la guitarra.
Como botón de muestra, podemos citar la discografía de Paco de Lucía que hemos analizado detalladamente (Torres, 2006) y ver cómo no ha dejado de trabajar este material armónico. Como anécdota, uno de sus más famosos LP., el que contiene la célebre rumba “Entre dos aguas” que lo proyectó al estrellato, es en realidad un intento de fusionar la sonoridad del toque de Levante con los estilos bajo-andaluces. Es sintomático que lleve por título “Fuente y caudal” (Philips, 1973), el título de la taranta del disco, verdadera fuente y caudal para una renovación del flamenco desde dentro, uniendo el Levante mediterráneo con los aires rítmicos atlánticos. Si la mencionada rumba lo ha proyectado al gran público, con esta taranta Paco de Lucía se ha ganado el reconocimiento de los melómanos. Figura en los programas de concierto de la mayoría de concertistas internacionales de guitarra clásica, como obra española contemporánea para guitarra. (Una de las obras habituales en estos programas de guitarra con composiciones del siglo XX es la titulada “Taranto” del compositor cubano Leo Brouwer, basada en la sonoridad de Levante. Por otra parte, en 2007, el compositor español Mauricio Sotelo, por encargo del Festival de Música Contemporánea de Berlín, ha creado la obra “Como llora el agua”, interpretada por Juan Manuel Cañizares, basada también en la sonoridad del toque “por Levante”).
Como lo hemos analizado también, no solamente Paco de Lucía inició su renovación del toque en 1973 con este LP., sino que la aplicó al toque de acompañamiento con la voz cómplice de Camarón de la Isla. El intento de creación de un nuevo palo llamado “Canastera” consistió precisamente en unir el color de Levante del toque, con el “quejío” tan personal de Camarón, sobre una base rítmica entre el fandango de Huelva y los verdiales (una vez más el Mediterráneo y el Atlántico reunidos).
Esta fusión desde el propio flamenco, de la sonoridad del Levante con el compás de los estilos bajo-andaluces, es una de las mayores aportaciones de Paco de Lucía, desarrollada por los guitarristas de la generación siguiente, con el caso destacado de Vicente Amigo. Pero no solo la han trabajado los concertistas, sino que ha sido asimilada estéticamente por la corriente llamada “Jóvenes flamencos” o “Nuevo flamenco”, hasta tal punto que constituye una de las señas de identidad musical de esta expresión del flamenco contemporáneo.
EL TOQUE POR TARANTA Y POR MINERAS EN MURCIA. APOYO A LA DECLARACIÓN BIC DE LOS CANTES MINEROS Y DE LEVANTE EN MURCIA
En el cultivo del toque “por taranta” como obra de concierto, y por consiguiente como motivación para componer y trabajar sobre su material sonoro, cabe señalar en la región de Murcia varias iniciativas para la proyección de este toque:
√ la creación por el Festival de La Unión del premio “Bordón minero”, con la taranta como toque obligatorio. Este festival ha servido a su vez de referencia para otros dos concursos que también incluyen la interpretación obligatoria de este toque.
√ El Concurso de Jóvenes Flamencos de Calasparra.
√ El concurso Internacional de Guitarra Flamenca “Niño Ricardo” de Murcia.
Dado el número reducido hoy de concursos de guitarra flamenca por la geografía española, con estos tres concursos Murcia es actualmente la región española que más está apoyando la difusión de esta modalidad flamenca, con el toque “por taranta” como señas de identidad más que justificada.
Por todo ello, considero que esta región tiene motivos de sobra para considerar BIC el flamenco genéricamente conocido como “Cantes de las Minas” o “Levante”.
Lo ideal sería que como fenómeno supra-regional, recibiera también el apoyo de Andalucía, concretamente de su parte oriental (Almería, Jaén, Granada y Málaga) para ampliar esta consideración BIC a los “Cantes Mineros y de Levante”.
Norberto Torres Cortés (LISTADO INVESTIGADORES BIBLIOGRAFÍA)
Doctor en Ciencias Humanas y Sociales.
5 • “CAMARÓN Y LOS CANTES MINEROS” - Génesis García
Hace tiempo que lo quería la luna. Lo marcó para sí y nos lo dejaba como prestado. Sabíamos que Camarón moriría joven porque no podía dejar de serlo. Todos los símbolos, en este simbólico mundo del cante jondo, los personificaba Camarón.
Camarón tenía la mejor expresividad del entrecortado rajo del gitanismo puro, del compás de la raza. Pero tampoco había garganta como la suya para las músicas extrovertidas del cante payo, al que dotaba de su expresividad gitana. A lo largo de toda su carrera cantó por Levante y las minas y demostró que los tarantos y las mineras y las cartageneras y otros cantes de levante, y de Málaga y de Huelva… pueden ser mucho más que los interminables arcos melódicos sin temperatura flamenca con que algunos los confunden.
Camarón era pequeño de talla, enjuto de carnes, tímido, silencioso, ausente. Ya entonces sabíamos, los que no éramos ni sordos, ni ciegos, ni puristas de regla y cartabón al cante, que Camarón era el genio. Y que pronto dejaría de estar a nuestro alcance… económico y legal. Yo, que era entonces directora de un Departamento de Estudios Flamencos, fundación de la Diputación Provincial, quise que grabara un disco exclusivo con cantes mineros en homenaje a La Unión. La idea había sido de Ginés Jorquera, fino camaronero de cuando casi nadie lo era. Y yo estaba en dar carta de naturaleza a los Cantes Mineros en el mundo del flamenco.
Gestioné una entrevista con el cantaor. Me visitó en La Unión. Se sentó en la silla postrera que había encontrado en la estancia. Y me dijo, después que un innumerable grupo de parientes y representantes que lo acompañaba hablaran, todos entusiasmados con la idea, que le gustaría mucho hacer ese disco, «porque sería una cosa curturá en la que no se metería la «filî» y que a él le gustaban mucho «êtos cantes vuestrô».
Ya lo había demostrado. Y es que el cantaor había grabado en todos y cada uno de sus discos algún tema minero, cuando estos cantes apenas se interpretan en los repertorios de los profesionales. Porque son muy difíciles y no son ni aliviados ni festeros. Y cuando se estaba desarrollando un esfuerzo enorme porque los profesionales del flamenco los cantaran en sus actuaciones, Camarón, el más joven y el más grande, lo hacía por gusto y por afición. Y hasta en su reciente «Soy gitano», con la guitarra flamenca de Tomatito y con The Royal Philharmonic Orchestra , cantó tarantos por tangos con la pasión expresiva de su mejor cante.
Los cantes mineros hubieran culminado su trayectoria de modernización expresiva en la voz de Camarón, con un trabajo discográfico a propósito. Y en su voz hubieran recorrido el mundo. Pero Camarón ya está en la luna. Al oírlo hablar de un pleito con la Philips en su última entrevista para TV, recordé aquel proyecto truncado. Porque en años sucesivos, cuando venía a La Unión, y hasta desde otros lugares me hizo llegar recados, preguntando qué había pasado con aquel disco que yo le había propuesto grabar. Y después, ya fue tarde. Sólo se me ocurre que alguien debería producir una ANTOLOGIA DE CANTES MINEROS EN LA VOZ DE CAMARON. Pero ahora ya en homenaje a CAMARON.
Génesis García
Doctora en Filología Románica
6 • “CARMEN LINARES, ANCESTROS Y MAESTROS EN SU CANTE MINERO” - Génesis García
(Texto reproducido por interés de mostrar los cantes mineros de Jaén hermanos de los de Murcia, fundidos en los ancestros y en los maestros de la jienense Carmen Linares)
Puede ver la entrevista de Génesis García a Carmen Linares en el siguiente enlace:
7 • “EL FLAMENCO EN MURCIA” - Victoria Cava
Desarrollado a la orilla de la actividad minera, el cante que podemos denominar como murciano lo será como Cante de Levante y Cante Minero. Ahora bien, en Murcia se desarrolló una afición al flamenco como en otras zonas y se escuchaba flamenco de forma general. La presencia del flamenco en Murcia ha sido estudiada a través de testimonios en la prensa escrita en los siglos XIX y XX por José Gerardo Navarro.
Los cantes de la Sierra Minera del Rojo El Alpargatero y las cartageneras, cantadas entonces por artistas como Emilia Benito, La Peñaranda, El Niño de Levante (padre de Maruja Garrido), El Niño de San Roque, entre otros, ya dejaron testimonio en las páginas que conformaban la prensa del siglo XIX y la prensa de principios del XX.
Como dato curioso concerniente a Murcia, y revelado tras varios estudios de investigación, la prensa de esta provincia, junto también a la malagueña, es una de las más ricas en datos históricos acerca del flamenco, y no sólo sobre artistas murcianos. En las gacetillas de aquellos tiempos figuraban los nombres de cantaores andaluces muy conocidos, como Silverio Franconetti, Antonio Chacón, El Planeta, La Niña de los Peines, etc., pero también los nombres de otros cantaores, hasta ahora desconocidos y que no provenían de Andalucía, como es el caso de El Roteño y El Jinovés, entre muchos otros artistas.
Por ello, afirmamos que en materia de investigación flamenca, la prensa es la que mejor puede revelarnos datos de suma importancia para hacer conexos todos los aspectos históricos y evolutivos de este arte. A su vez diremos que también es importante el estudio del flamenco a nivel local y provincial, tanto de Sevilla, Cádiz, Jerez, etc., como de Murcia, Alicante, Valencia, Extremadura, Madrid y todas las provincias que conforman la geografía española, pues de esa manera, y aunando toda la información encontrada es cuando podrá hablarse de una verdadera investigación general del flamenco.
Además de los muchos autores que han escrito sobre el flamenco en Murcia, como Antonio Parra, Pepe Martínez, Paco Paredes, etc. conviene destacar un libro, en fase de edición actualmente, denominado Rutas del Flamenco en tierras murcianas, donde José Gelardo junto a la colaboración de Pedro Fernández Riquelme y de José Francisco Ortega realizan un resumen histórico del desarrollo del flamenco y de sus artistas.
En la Región de Murcia, el flamenco ya se ha incorporado a la red de internet con el importante surgimiento de la Revista Digital sobre Flamenco titulada Murcia Jonda, que es dirigida por el Filólogo y estudioso de este arte, Pedro Fernández Riquelme. En junio de 2008 fue fundada La Madrugá (Revista Electrónica de Estudios sobre el Flamenco), cuyo director es José Francisco Ortega Castejón.
También se está llevando el flamenco a las aulas del municipio murciano de Cabezo de Torres, en el que ya participan 1.714 alumnos de los 18 centros educativos del término municipal. Este programa didáctico, que se celebra por tercer año consecutivo, organizado por la Concejalía de Educación que dirige Pilar Megía, cuenta con la Compañía Iberia como encargada de mostrar los diferentes palos del flamenco y la relación de éstos con la música tradicional española.
Hoy día, en Murcia son varios los artistas que se dedican al flamenco de forma profesional, llevando este arte, en repetidas ocasiones, al extranjero. Asimismo, mantienen en alza el cultivo y fomento del flamenco las diversas peñas y festivales que vienen ofreciendo actividades en todos los municipios murcianos, con ocasión de Fiestas Locales o de otros acontecimientos de ámbito cultural. Son varios los tablaos que se montan periódicamente en entidades hoteleras y otras de carácter privado. Citamos aquí la existencia además de un tablao flamenco específico llamado La Toná y que se encuentra en la localidad de Abanilla.
En cuanto a las Instituciones murcianas afirmamos que están haciendo una buena labor en investigación y publicación sobre el flamenco, donde es conveniente subrayar el papel de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Cajamurcia, la CAM, Murcia Cultural, la Editorial Nausicaä-Azarbe, los Ayuntamientos de la Región en su práctica totalidad, el Archivo de la Biblioteca Regional, la TV 7 Región de Murcia, Cadena SER, la COPE, el Centro Territorial de TVE en Murcia, etc… La Editorial Almuzara, radicada en Córdoba, ha puesto en valor el flamenco a través de una Colección de libros, sobre este arte, que está dirigida precisamente por Génesis García y que entre los muchos títulos ya editados tiene algunos de ellos referidos a temas relacionados con los Cantes Mineros y de Levante.
Mención aparte merece la Universidad, de la que resaltaremos que ha jugado un papel crucial en cuanto a publicaciones, enseñanza y divulgación del flamenco. Ejemplo de ello, y que podemos nombrar, serían: la lectura en 1987 de la primera tesis doctoral de tema flamenco por parte de la Doctora en Filología Románica y estudiosa del flamenco Génesis García, dirigida por Estanislao Ramón Trives, además del antropólogo murciano Francisco Flores Arroyuelo, quién también formaba parte del tribunal. Esta tesis, adaptada para su divulgación, fue publicada por Anthropos, Barcelona, en 1993 bajo el título Cante Flamenco, Cante Minero. Una interpretación Sociocultural, publicación que contó con la colaboración de la Editora Regional de Murcia.
Unos años más tarde es cuando se formó la Asociación Flamenca de la Universidad de Murcia. Su primer presidente fue el anteriormente mencionado Francisco Flores Arroyuelo. A tenor de esta peña surgió el Aula de Flamenco, cuyo primer director fue el profesor Alfonso Carmona. Cumplida la etapa y trayectoria del Aula de Flamenco, que fue muy cualificada para la vivencia del flamenco en Murcia, la Universidad sigue apoyando este arte.
Queremos destacar el hecho de que el día 8 de mayo de 2009 la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia, junto a su Decano, José Vicente Rodríguez, el equipo de profesores y el Vicerrector de Extensión Universitaria, Guillermo Díaz, coincidiendo con mi propia graduación en Periodismo, y dada mi condición de cantaora, hicieron posible incluir el cante flamenco dentro de este Acto Académico, siendo la primera vez en la historia que se escucha el arte flamenco en el guión del evento protocolario de graduación de las licenciaturas de Periodismo, Publicidad-Relaciones Públicas y Documentación, además de la diplomatura en Biblioteconomía y Documentación. Actuación ofrecida por Antonio Piñana y Carlos Piñana a la guitarra, Miguel Ángel Orengo a la percusión, a las palmas y jaleos Estefanía Brao y Verónica, dos bailaoras del Ballet Español de Murcia, y yo misma, Victoria Cava, estuve al cante.
Hasta ahora, la Universidad de esta Región ha cubierto el papel de publicaciones, enseñanza y divulgación del flamenco, pero no el de la enseñanza e investigación reglada. Al igual que se está haciendo en otras universidades, en la murciana sería una buena idea que el arte flamenco se inscribiera dentro de un Departamento y/o Área.
En este sentido sí hemos de anotar que el Conservatorio Superior de Música «Manuel Massoti Littel» imparte la titulación Superior de Guitarra Flamenca a cargo del guitarrista Carlos Piñana. A su vez, el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia ofrece el baile flamenco como una de sus materias para la obtención del Título Profesional de Danza.
Este año, el Conservatorio Profesional de Música de Cartagena ha ofertado, por primera vez, los estudios de Grado Profesional de cante flamenco y Grado Profesional de Guitarra Flamenca.
Por otra parte, y siguiendo en este ámbito de la enseñanza superior, hemos de anotar que la Universidad Popular de Cartagena implantó en el año 2008 la Cátedra de Flamencología, cuyas materias de estudio son tanto el cante, como la guitarra y el baile.Además, cabe destacar que la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia ha convocado el IV Concurso Internacional de Guitarra Flamenca “Niño Ricardo”, que se lleva a cabo en el Museo de Bellas Artes de Murcia por cuarta vez consecutiva.
Victoria Cava.
Cantaora. Diplomada en Magisterio Musical y Licenciada en Periodismo
8 • “LA TRANSMISIÓN DEL FLAMENCO COMO PATRIMONIO CULTURAL EN MURCIA” - José Martínez Hernández
El Flamenco forma parte del patrimonio cultural y artístico de la Región de Murcia desde hace, aproximadamente, un siglo y medio. La semilla de ese patrimonio fue plantada con sudores y fatigas y cultivada con penas y quebrantos por los trabajadores de las minas de la Sierra de La Unión y Cartagena a mediados del siglo XIX y desde entonces hasta hoy no ha dejado de crecer y deslumbrarnos con su oscuro fulgor. En esa tierra desolada, arrancando de sus entrañas la mena del plomo y de la plata, un coro pobre y desgarrado de mineros, arrieros, tartaneros, taberneros y troveros cantó la crónica negra de su negra vida, transformó el dolor y la rabia de cada día en los primeros cantes de madrugá y fandangos mineros, precursores de los que luego tomarían el nombre genérico de cantes de las minas.
En los años postreros del siglo XIX aparecen los Cafés Cantantes en La Unión, Murcia y Cartagena y la voz maltratada y elemental de los ancestros se enriquece de melismas y matices con la levadura de los maestros profesionales: El Rojo el Alpargatero, Concha la Peñaranda, don Antonio Chacón, Manuel Vallejo, Manuel Escacena y El Cojo de Málaga, entre otros. Quedan así estructurados, ya entrado el siglo XX, los estilos propios de nuestra región que hoy conocemos como cantes mineros: minera, cartagenera, taranta, murciana y levantica. Este patrimonio sonoro fue transmitiéndose sobre todo de maestros a discípulos, de padres a hijos, de boca en boca, pues las grabaciones eran escasas y difíciles de conseguir, hasta el punto de que, mediado el siglo XX, aquella caja de música llena de prodigios se hallaba medio enterrada y con riesgo de caer en el olvido.
La creación en 1961 del Festival Nacional del Cante de las Minas de La Unión por un grupo de entusiastas de nuestro arte, entre los que es preciso mencionar a Asensio Sáez, Esteban Bernal y Antonio Piñana (padre) vino a poner remedio a la amenaza del tiempo y rescató para siempre el rico legado de nuestra música más singular y universal. El Festival de La Unión no sólo ha preservado, enriquecido y difundido los cantes mineros, sino que ha sido el banderín de enganche de todos los aficionados al Flamenco de la Región de Murcia, hasta convertirse en la actualidad en la más importante referencia flamenca a nivel nacional e internacional. Al amparo de ese árbol mágico y frondoso, poblado de voces profundas e innumerables, hemos vivido y acrecentado la pasión por el Flamenco todos los que ahora ya no podríamos vivir sin su consuelo y su compañía.
En los últimos cincuenta años el Flamenco, como un torrente poderoso que aprovecha todos los cauces y derriba cualquier resistencia labrando su propio camino, se ha convertido en una seña de identidad imprescindible para la Región de Murcia. Ha pasado su testigo de mano en mano a través de la familia, su más antiguo y genuino modo de transmisión, como es el caso de los Fernández en La Unión y los Piñana en Cartagena. Ha multiplicado la afición mediante peñas y asociaciones, en la actualidad son más de veinte en toda la Región, que lo cuidan y ahondan en su conocimiento. Atrae cada año a centenares de jóvenes artistas del cante, del toque y el baile que acuden a los múltiples concursos de nuestra geografía con la ilusión de levantar su trofeo, siendo los más prestigiosos de toda España la Lámpara, el Bordón y el Desplante mineros de La Unión. Ha sido investigado por el poeta Andrés Salom y el profesor José Luis Navarro y, en el ámbito universitario, mediante tesis doctorales realizadas por los profesores Génesis García y José Gelardo, además de cultivado y difundido por el Aula de Flamenco de la Universidad de Murcia y su Asociación Flamenca, así como por la Universidad Popular de Cartagena y su Cátedra de Flamenco. El baile flamenco es estudiado como especialidad en el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia y el Ballet Español de Murcia de Carmen y Matilde Rubio muestra su arte en España, Cuba o China. El Conservatorio Profesional de Música de Cartagena imparte cante y guitarra flamencos y el Conservatorio Superior de Música de Murcia la licenciatura en Guitarra Flamenca. El Flamenco es subvencionado por entidades financieras (Cajamurcia y la CAM) y celebra anualmente la Cumbre Flamenca de la CAM, que es ya una referencia a nivel nacional. Es publicado por editoriales como Nausicaä o Almuzara con esmero y calidad y apoyado por Radio Nacional de España en Murcia con excelentes grabaciones. Es difundido a través de redes electrónicas por páginas web (Murciajonda) y por revistas universitarias (La Madrugá). Cuenta con jóvenes intérpretes del cante (Miguel Poveda, Curro Piñana o Antonio Ayala “El Rampa”), del toque (Carlos Piñana o Antonio Muñoz Fernández) y del baile (Nadia Márquez) que aseguran una espléndida continuidad. En definitiva, el número de actuaciones, conferencias, debates y cursos celebrados en la Región de Murcia que tienen como protagonista al Flamenco es prácticamente incalculable, pudiéndose afirmar sin hipérbole que vive un momento de esplendor y que se encuentra más vivo que nunca.
No se plantó, pues, en vano, aquella primera semilla, no gritaron a la nada nuestros memorables ancestros su pena y su desdicha, porque el eco de ese grito hondo como un pozo infinito nos besó a todos en la frente, dejando un sabor a gloria revuelta con manganeso, nos legó un patrimonio de humilde apariencia que escondía en su interior un tesoro fabuloso.
A todos lo que hemos recibido en herencia este preciado metal del Flamenco y de los cantes mineros, nos miran con ojos expectantes todos los antepasados que nos lo dejaron no en propiedad, sino en usufructo, para ver qué hacemos con él. No podemos traicionarlos sin traicionarnos. No podemos olvidarlos sin olvidar lo que somos.
JOSÉ MARTÍNEZ HERNÁNDEZ (LISTADO INVESTIGADORES BIBLIOGRAFÍA)
Doctor en Filosofía y especialista en Flamenco
9 • “ANTONIO PARRA: EXPERIENCIA PERSONAL Y PROFESIONAL DE LA IMPLANTACIÓN SOCIAL DEL FLAMENCO EN MURCIA” - Antonio Parra
El panorama del arte flamenco en la Región de Murcia ha cambiado radicalmente en muchos aspectos en las últimas décadas. Podemos decir que hemos pasado de la situación de los años setenta (e incluso parte de los ochenta) en el que imperaba todavía el ambiente de las peñas, y poco más, con un público reducido y con pocas actividades, a un territorio en el que abundan los ciclos, los festivales y las programaciones más o menos regulares en distintos teatros y auditorios. En cuanto al público, se ha pasado del paradigma del “aficionado”, generalmente ligado a una peña, a un público que a veces abarrota teatros y auditorios, juvenil y universitario en un alto porcentaje , además de un público de otras edades pero diverso, generalmente ilustrado, profesional, que se acerca al flamenco de una manera llena de admiración y casi reverencial, aunque sin las exigencias de “pureza” de aquel otro público de las décadas anteriores, cuando no sólo en la Región, sino en toda España, se imponía dictatorialmente el imperio de Don Antonio Mairena.
Haremos un repaso al momento actual en Murcia capital y en otros lugares de la Región. Por supuesto, está La Unión, el festival más importante, que además en las últimas décadas ha conseguido una dimensión mediática que prácticamente ha silenciado a las decenas de festivales que se celebran en España, y en especial en Andalucía; de menor prestigio y fuerza mediática, pero también digno de reseñar por su antigüedad, está el festival de Lo Ferro, pero nuestra aportación se centrará en el resto de actividades y certámenes regionales.
La Cumbre
En primer lugar está la Cumbre Flamenca impulsada por la Caja Mediterráneo (CAM), que pronto, que se celebra ininterrumpidamente desde 1.994 en su segunda época. Es curioso que a mediados de los ochenta hubo una primera etapa, con artistas notables que luego han sido grandes figuras, como El Pele y Vicente Amigo. Las veladas entonces se celebraban, aún con acceso libre al aula de cultura de la citada entidad, con un cuarto de aforo. Años después, a mediados de los noventa se reinició el ciclo: desde el primer año las puertas se cerraban antes del comienzo por el éxito de público. A los cuatro años se decidió trasladar el ciclo al Romea ante el inesperado éxito, pero también con entrada gratuita: lleno total siempre, por lo que al final se decidió cobrar entrada para seleccionar al público. Muchos días de muchas ediciones el Romea, pese al precio, se seguía llenando. Me detengo en este detalle porque, desde mi experiencia personal, esa diferencia ente la primera y segunda etapa de la Cumbre simboliza muy bien lo que ha ocurrido estos años: el flamenco en la Región (donde siguen existiendo los aficionados clásicos y los buenos artistas, con aportaciones novedosas en creatividad, fusión, etcétera) ha adquirido categoría relevante y una aceptación sorprendente.
El Aula y la peña de la universidad
En paralelo a ese fenómeno, y apoyándolos teórica y didácticamente, surgió en los años noventa la Peña Flamenca de la Universidad de Murcia (UMU) a partir de la cual se impulsó el Aula de Flamenco de la UMU, hoy, desgraciadamente, casi desaparecida, o al menos difuminada en un área musical de la UMU, pero su aportación fue muy interesante durante años.
En Murcia capital se vienen celebrando otros ciclos regulares, como el que impulsa CajaMurcia, más reducido que el de la CAM, pero igualmente interesante. En general ha apostado por artistas jóvenes y cercanos a la fusión.
Un tono de viejo café cantante posee el ciclo iniciado hace casi tres años en el café del Archivo General de la Región, impulsado por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, que ha dado oportunidad especialmente a los jóvenes artistas de la Región, a veces con espectáculos ad hoc, aunque ahora, la crisis presupuestaria ha hecho que esté en un impasse con la promesa de los responsables de recuperarlo en cuanto sea posible económicamente.
Los centros culturales de barrios y pedanías del ayuntamiento de Murcia también suelen programar flamenco, a veces con ciclos interesantes, como en La Alberca y en el barrio de El Carmen (saetas) aunque no existe una programación fija. Otro centro municipal especialmente vivo en todo tipo de actividad cultural, el Puertas de Castilla, organiza esporádicas actuaciones de flamenco e incluso ha impulsado talleres dirigidos por la cantaora Maite Martín.
Hay que contar también con los espectáculos flamencos que, sin una periodicidad clara, programa el Auditorio y, a veces, el ahora cerrado por obras Teatro Romea. El auditorio organiza también cada año un ciclo de danza en el que siempre se incluye algún espectáculo de baile flamenco.
Finalmente, aunque con una periodicidad discontinúa, las dos peñas existentes, la citada de la UMU y la clásica de Murcia, continúan con su propia programación, aunque en este caso limitada a socios y no socios por invitación.
En conjunto la ciudad de Murcia y sus pedanías cuenta con una más que notable programación flamenca, que la convierte en una ciudad, en este sentido, a la altura de las más importantes andaluzas.
Hay que añadir finalmente que en la ciudad de Murcia funciona con excelente rigor el Conservatorio Profesional de Danza, con especialidad en baile flamenco, del que además han surgido varios ballets de danza española, que presentan en la ciudad y en otras localidades de la Región (además de en el resto de España y el extranjero) sus propios espectáculos y estrenos. Igualmente el Conservatorio Superior de Música cuenta desde hace unos años con la cátedra de guitarra flamenca, que está convirtiéndose en una cantera de buenos guitarristas flamencos.
La Región
Sin duda el prestigio del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión vela otros acontecimientos en la Región. Pero el certamen minero no es, ni mucho menos, el único festival regional. Con mayor o peor fortuna, desde hace años se vienen celebrando festivales de concurso en Lorca y Jumilla, además del ya citado de Lo Ferro. Como Festival sin concurso es reseñable el de San Pedro del Pinatar, a comienzos de julio, surgido en 1992 tras la muerte de Camarón y como homenaje al cantaor gaditano. Muy idiosincrásico, durante muchas ediciones fue el polo de atracción anual de toda la comarca costera (incluidas las provincias de Alicante y Almería) de la etnia gitana. En los últimos años ha cambiado de localización y de formato, lo que ha hecho cambiar notablemente al público, que ahora es, como en el resto de lugares, mayoritariamente joven y muy diversos en procedencia y profesiones.
Especial interés tiene el Certamen Nacional de Jóvenes Flamencos de Calasparra, que, con casi quince ediciones, ya cuenta en su concurso con los tres géneros flamencos: cante, guitarra y baile. De él han surgido excelentes artistas, muchos de los cuales han ganado después en La Unión y en Lo Ferro. El últimos hallazgo del certamen, luego triunfadora absoluta en La Unión, es e l de la joven cantaora onubense Rocío. En la actualidad se celebra en agosto, justo tras el cierre del certamen de La Unión.
Finalmente muchos teatros de la Región, dentro de sus programaciones musicales, suelen contar con algún espectáculo flamenco, a veces incluso como ciclo completo.
En resumen: la Región, que nunca dejó de ser flamenca desde el siglo XIX, vive hoy un momento dulce en cuanto a actividad flamenca en todas sus ramas, con un público renovado y creciente, muy interesado en un fenómeno que hoy triunfa en todo el mundo.
Antonio Parra
Licenciado en Filosofía y Doctor en Ciencias de la Información (LISTADO INVESTIGADORES BIBLIOGRAFÍA)
10 • “LAS LETRAS DEL ARTE JONDO DE GINÉS JORQUERA” - Ginés Jorquera Mínguez
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11 • “EL IMPACTO MEDIÁTICO DEL FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS” - Manuel José Navarro Jiménez
PUESTA EN VALOR MEDIATICO DE LOS CANTES MINEROS DESDE LA GESTIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DEL CANTE DE LAS MINAS
Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que por lo general, todos los periodistas que han visitado el Festival de las Minas, desde sus inicios allá por el año 1961, han tenido meridianamente clara la relevancia de los “cantes de las minas”, como una de las señas de identidad más importantes de este joven municipio, y probablemente el máximo exponente del acervo cultural unionense. Añadiría yo también, que dicho evento cultural, junto con otros de carácter religioso que se celebran en otras latitudes de nuestra comunidad autónoma, es probablemente una de las manifestaciones más señeras y con más enjundia del folklore autóctono murciano. Estas aseveraciones también las suscribían artistas e intelectuales unionenses, como Asensio Sáez, Manuel Adorna, Pedro Pedreño, Pedro Ginés Celdrán, Paco Conesa, Esteban Bernal, …. así como todos los regidores del consistorio de la ciudad minera, a su vez presidentes del comité organizador del certamen.
No podría el que suscribe este informe faltar a la verdad, y decir lo mismo de los responsables políticos regionales y nacionales, pues a lo largo de la historia de este certamen, de sobra es conocido por todos que la materialización de las ayudas y subvenciones han sido ciertamente escasa. Afortunadamente, en estas dos o tres últimas ediciones apreciamos un cambio de actitud por parte de los responsables de la política cultural regional y nacional parecen haber comprendido por fin el significado, la importancia y el valor de nuestra “joya de la corona”.
La década de los 80 en sus finales marca un hito en la historia del Festival desde el punto de vista que aquí tratamos. En unos pocos años se realizan grandes cambios sustanciales en la estructura del Festival: aumenta el número de jornadas; las pruebas selectivas se celebran por toda la geografía nacional: el cartel anunciador se solicita a los más afamados artistas contemporáneos; se acometen una serie de acciones en las infraestructuras y equipamientos del Antiguo Mercado Público para modernizarlo y dotarlo de mayor confort; se diseñan y ponen en práctica acciones de promoción internacional; las actividades culturales paralelas crecen en cantidad y calidad; se profesionalizan los distintos servicios técnicos que se deben prestar para organizar el certamen; y así hasta un largo etcétera.
Pero sobre todo, estas actividades “se venden” a los medios de comunicación con la puesta en marcha de un Gabinete de prensa y comunicación, decisión muy importante ésta, la de profesionalizar la comunicación, algo hasta entonces desconocido en la historia del evento. Dicho Gabinete, al principio llevado por nosotros mismos, y después coordinado por periodistas, supone un hecho de gran trascendencia en la historia del certamen. Crucial, en mi criterio.
Sin olvidar el hecho fundamental de que el Festival gozaba y goza de la creciente simpatía de los medios de comunicación por ser un evento nacido ciertamente de la idiosincracia del pueblo, indisolublemente ligado a la realidad social, cultural y económica de sus habitantes. De esta manera, el Festival del Cante de las Minas hacen vaya alcanzando un impacto mediático espectacular, jamás nunca hasta ahora conseguido por ningún otro certamen.
Desde luego que nada de esto hubiera sido así de no ser por una gestión cuyo balance yo diría que más que acertado sobre el horizonte de unos objetivos muy claros y definidos, siempre presentes: el Festival no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio más, un vehículo para la dinamización sociocultural del municipio. Estímulo clave que explica, junto a las acciones concretas señaladas, el gran impacto mediático del que hablamos.
Diarios regionales como La Verdad, La Opinión, El Faro, Información de Alicante, Ideal de Granada, El Correo de Andalucía, Diario de Sevilla, nacionales como El País, El Mundo, ABC, La Razón, emisoras de radio como Radio Nacional de España, Cadena Ser, Cope, Onda 0, Punto radio, Canal Sur radio, Canal flamenco radio, revistas especializadas como Sevilla Flamenca, El Olivo, Alma 100, La Flamenca, Acordes, Anda, portales de internet como deflamenco,com, flamenco-world.com, y cadenas de televisión regionales, nacionales e internacionales como el Centro Territorial de Televisión Española en Murcia, Televisión Murciana, Canal 6, Canal Sur Televisión, CNN+, TVE y su Canal internacional( somos los únicos que abrimos y cerramos telediarios), Antena 3, Tele 5, Canal Sur Radio, La Bayerischer Rundfunk alemana, La BBC inglesa…. y así hasta casi un centenar de medios de comunicación vienen cubriendo informativamente cada año el Festival de las Minas, lo que nos da una idea aproximada de su importancia en el panorama flamenco, regional y nacional, e internacional.
Y para valorar este mérito en su justa medida, debe tomarse en consideración el hecho de que somos el Festival Flamenco de todos los de ámbito nacional que maneja un menor presupuesto. La Bienal de Sevilla, o el Festival de Jerez, por citar sólo dos, multiplican por cinco o por seis nuestro presupuesto. Y ni de lejos alcanzan nuestra cobertura mediática. A lo que podríamos añadir la circunstancia, para valorar nuestra ventaja en este sentido, de que no contamos ni con infraestructuras ni con equipamientos turísticos, ni con reclamos turísticos que puedan compararse con la Catedral y su Giralda, La Torre del Oro y el propio Guadalquivir, en Sevilla; la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, o las cerca de cien bodegas de prestigio que posee Jerez … Bien entendido que nosotros pronto tendremos atractivos como el Parque Minero y Museos asociados a la mina y al cante de las minas… pero que todavía no han influido en el actual impacto mediático de que goza sobre todo nuestro Festival.
Por otra parte, sabido es que más importante que llegar a la cima es mantenerse. Y en eso estamos. Somos el referente de todos los certámenes flamencos de corte competitivo a nivel mundial, hemos sido el único festival flamenco de España invitado por nuestro gobierno a participar en unas jornadas de promoción de la cultura española en Japón, junto con festivales como el de cine de San Sebastián, el de Música y Danza de Granada, o el de teatro de Tárrega. Somos el único evento cultural de la Región de Murcia que puede presumir de que una delegación representativa de éste ha sido recibida en recepción privada por S.A.R. el Príncipe Felipe. Se nos ha otorgado el Premio Importantes del Diario La Opinión, el Premio Los Mejores de La Verdad, La Medalla de Oro de la Región de Murcia, la Llave de Oro de la Ciudad de Granada, el Premio de la Asociación Nacional de Críticos de Arte Flamenco, el Premio Paloma al Mérito Turístico, la Declaración de Interés Turístico Internacional (único certamen flamenco que la posee), y recientemente, el Premio Cultura de la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera, asociación constituida por unos ciento veinte periodistas internacionales que representan a más de doscientos medios de comunicación entre prensa escrita, radio y televisión, de los cinco continentes. Premio este último que hemos recibido en un acto celebrado el pasado día 19 de enero en Madrid, presidido por la vicepresidenta primera del gobierno, Dña. María Teresa Fernández de la Vega , el Alcalde de Madrid, D. Alberto Ruiz Gallardón , y el ex – Alto Comisionado de la Unión Europea para la Seguridad, D. Javier Solana, Además, estamos propuestos por el Ministerio de Cultura para la concesión en este año 2010, de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, propuesta que esperamos sea aprobada próximamente por el Consejo de Ministros.
Sin ningún género de dudas podríamos convenir, que al menos desde principios de los sesenta, el devenir de los cantes mineros ha ido conexo con el desarrollo y evolución del Festival de las Minas, de manera que, en mi opinión, los cantes mineros deben su revalorización a éste certamen, y por extensión a todas aquellas personas, algunas ya tristemente desaparecidas, que de una manera u otra, han contribuido a la organización del Festival a lo largo de todos estos años. Sin el Festival, o mejor dicho, sin ese trabajo duro de todas estas personas a lo largo de todos estos años por dignificar y prestigiar este certamen flamenco y a la ciudad de La Unión, probablemente, si no desaparecidos, los cantes mineros hubiesen quedado sumidos en el olvido. A través de este certamen, no sólo se ha conseguido recuperar, rescatar y mantener el rico legado musical que son las mineras, cartageneras, tarantas, tarantos, murcianas, levanticas, fandangos mineros, etc. tan importante para La Unión como para la región de Murcia, sino que también hemos beneficiado al flamenco en general.
Estoy plenamente convencido de que sin el carácter estimulador, potenciador y revalorizador del Festival para con estos cantes, y sin su impacto mediático favorable, éstos cantes hubieran corrido otra suerte. Afortunadamente esto no ha sido así, y hoy por hoy nos podemos jactar de que la Lámpara Minera es en el flamenco no sólo el premio más popular, que lo es, sino también el premio más importante.
Manuel José Navarro Jiménez
Coordinador del Festival Internacional del Cante de las Minas
12 • “EL FESTIVAL, MARCA DE CALIDAD Y PRESTIGIO PARA MURCIA, RECIBE MEDALLAS Y DA MEDALLAS” - Francisco Martín Bernabé Pérez (FMB)
TRANSCRIPCIÓN DE TEXTOS Y DECLARACIONES HECHAS EN FEBRERO DE 2010 Y A PETICIÓN DE GÉNESIS GARCIA PARA ADJUNTAR AL PRESENTE EXPEDIENTE
Conversación con Génesis García (GG).
Grabada en RESTAURANTE EL VINAGRERO. 9 febrero 2010.
GG-EL FESTIVAL RECIBE MEDALLAS. Un Festival de Flamenco como el de La Unión tiene autoridad y prestigio para dar medallas a quienes lo hacen posible. Pero también merece recibirlas, sobre la base de los cuatro puntales que lo sostienen: las músicas que lo alumbraron; los artistas que las cantaron, las tocaron y las bailaron; los músicos y los intelectuales y los agentes artísticos que llenaron el flamenco de valores y lo dignificaron; los políticos que lo gestionaron. Todo eso hizo falta para poner en pie un Festival que ya cumplió los cincuenta. Y todo eso y mucho más sigue haciendo falta para que el Festival estrene cada año impulsos, maneras y formas que los tiempos exigen renovadas.
FMB- El flamenco es lo más exportable que tenemos de la cultura española. Nuestro mejor embajador en el mundo entero. El Festival es decano en número de ediciones a nivel mundial. Y es prestigio mundial para La Unión, Murcia y España. Por el cante de las minas se nos conoce en el mundo entero. Y por eso recibimos medallas. El Premio de los Corresponsales de Prensa Extranjera es el de mayor trascendencia internacional. Estamos hablando de que 115 corresponsales acreditados en España que representan a 200 medios de comunicación de los cinco continentes que están representados en España y que nos acaban de dar el premio cultural 2010 al evento nacional de mayor difusión internacional. Ellos han decidido que este año el evento cultural que ha sucedido en España de mayor difusión y repercusión internacional son las bodas de oro del Cante de las Minas. Atendamos bien a lo que estoy diciendo. La gente que informa al resto del mundo de lo que acontece en España los que dan su opinión de lo que sucede en nuestro país ha decidido que lo más importante que va a pasar a nivel cultural son las bodas de oro del Cante de las Minas. Es un premio en el que nos han precedido el Museo del Prado y el Instituto Cervantes, es de una dimensión extraordinaria. Es un premio de unos quilates extraordinarios y ese premio se lo han dado al Festival de La Unión como lo más importante en España a nivel cultural. Compartimos premio este año con Patxi López, Pep Guardiola, Javier Solana, Alto Comisionado de la Unión Europea hasta hace apenas un mes… las más grandes personalidades de nuestro país se recogen en ese galardón y tenemos que estar tremendamente orgullosos de lo que esta sucediendo en el Cante de las Minas.
Ahora tenemos un objetivo se llama la Medalla de Oro del Mérito a las Bellas Artes. Se ha hecho un expediente, permíteme que te lo diga, Génesis, impecable, impecable.. Doscientas adhesiones al más alto nivel estamos hablando a nivel social, académico, artístico y de todos los rincones de España han llegado y eso nos tiene que llenar de orgullo. Espero que este año el más alto galardón que otorga el Ministerio a nivel cultural. Creo que nos lo merecemos. Porque es un paso más, después de las declaraciones de interés turístico anteriores, de la Medalla de Oro de la Región de Murcia, creo que toca ahora esta Medalla de las Bellas Artes.
También estoy seguro de que se declarará los cantes minero levantinos como Bien de Interés Cultural, de carácter inmaterial, por la Consejería de Cultura.
Y en junio de 2010 celebraremos el I Congreso Internacional Flamenco sobre cantes minero levantinos. Este año ve la luz con todos los honores, de la mano de la Universidad de Murcia, yendo con todos los protocolos habidos y por haber para que tenga sus correspondientes créditos
Y, por último, quiero dejar aquí grabado para este testimonio la Constitución de la Fundación Cante de las Minas, entre el Ministerio de Cultura, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de La Unión (febrero 2010) Hoy 9 de febrero de 2010 puedo decir públicamente y lo digo ante Génesis García, para que quede en los Archivos… En el reservado del Restaurante el Vinagrero de La Unión que cumple su centenario, en compañía del coordinador del Festival don Manuel Navarro (MN) y del Presidente del Festival del 95 al 99 don Juan Antonio Sánchez Castañol digo que el próximo día 18 de febrero, si los hados del destino no lo impiden, desde este mediodía está confirmado que se firma la escritura de constitución de la Fundación del Cante de las Minas. Entre el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, la Consejería de Cultura de la CA de Murcia y el Ayuntamiento de La Unión. Ese gran hito, por encima de todo, siempre ha sido y soñado por los amantes del flamenco y del cante de las minas. A partir de ahí, el 51 Festival del Cante de las Minas de La Unión va a ser gestionado por las tres administraciones como garantía más absoluta de que el proyecto de futuro de este Festival va a seguir siempre adelante.
GG-Y el Festival no sólo recibe, sino que da medallas…
FMB-Sí. Este año premiamos trayectorias y presencias de toda una vida. La Medalla de Oro conmemorativa del Cincuentenario a S. M. El Rey Don Juan Carlos I. Y la Presidencia de Honor para los actos conmemorativos del Cincuentenario. Todos de carácter extraordinario: Institucional a la Consejería de Cultura de la CA Andalucía; Especial a los Cuatro grandes Festivales: Córdoba, Sevilla, Jerez, Granada. Premio a las artes escénicas al Ballet Nacional de España; a Jesús Quintero el Premio a las artes audiovisuales; cinematográficas a Carlos Saura; literarias a José Manuel Caballero Bonald; estilísticas a Vitorio y Lucchino; plásticas al Museo Chillida; gastronómicas a El Vinagrero, centenario en La Unión.
Y tenemos participación institucional confirmada: Presidente Región de Murcia (gala inaugural); Ministra de Cultura (gran final); Embajador de Japón; Consejera de Cultura de Andalucía; Consejero de Cultura y Turismo Murcia, Director General del INAEM, Director Agencia Andaluza Desarrollo Flamenco, etc.
Y la más alta medalla que otorga el Festival, la Lámpara Minera, que es, en efecto, cada año más importante. Yo hablo de un símil futbolístico. Murcia Flamenco juega la Champions. Murcia Flamenco es lo que el Real Madrid a la Champion. La Lámpara Minera es la Copa de Europa. Y la otorga el Festival del Cante de las Minas.
MN-La Lámpara Minera hay que consolidarla no como el premio más popular, que ya lo es, sino como el más importante.
FMB-Y vamos a pensar en que una Lámpara Minera de prestigio, un profesional en la cumbre grabe un CD dedicado a los Cantes Mineros y de Levante.
Francisco Martín Bernabé Pérez (FMB)
Licenciado en Derecho y Abogado
Alcalde de La Unión
13 • “PATRIMONIO MATERIAL Y BIENES INMUEBLES ASOCIADOS: SIERRA MINERA, MUSEO MINERO Y MUSEO DEL CANTE DE LAS MINAS” - Francisco Martín Bernabé Pérez (FMB)
TRANSCRIPCIÓN DE TEXTOS Y DECLARACIONES HECHAS EN FEBRERO DE 2010 Y A PETICIÓN DE GÉNESIS GARCIA PARA ADJUNTAR AL PRESENTE EXPEDIENTE
Conversación con Génesis García (GG).
Grabada en RESTAURANTE EL VINAGRERO. 9 febrero 2010.
EL PARQUE MINERO:
GG. Asociados al Cante de las Minas, háblame de los proyectos y logros relativos a la Sierra Minera y a otros bienes inmuebles para citar en el expediente.
FMB-Mi propuesta a la Comunidad Autónoma de Murcia es la creación de un Parque Minero bajo el nombre LA NUEVA SIERRA MINERA MONUMENTAL ESPACIO CULTURAL NATURALEZA Y MAR. El Parque Minero es una iniciativa liderada desde el municipio de La Unión y cuyas obras comenzaron en verano de 2007. El conjunto del proyecto ha supuesto una inversión cercana a los tres millones y medio de euros, que han sido sufragados entre los Ayuntamientos de La Unión y de Cartagena, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de la acción concertada de cuatro Consejerías distintas, y el Gobierno de España, mediante la participación de dos Ministerios diferentes.
El Parque Minero es una iniciativa pionera en materia de recuperación de patrimonio histórico para su puesta en valor como atractivo de índole turística y cultural, por cuanto el mismo supone la recuperación de un total de ocho antiguos yacimientos mineros del siglo XIX que nos van a permitir ver “in situ” como vivían y trabajaban los antiguos mineros de la Sierra de Cartagena – La Unión.
Tenemos especies naturales de flora y de fauna. Vertiente que da a Portmán. Las perspectivas más bajas que maneja Turismo hablan de 40 a 50 mil visitantes el primer año. Porque la han visitado sus técnicos y saben lo que hay aquí. Ya no es la espectacularidad de Agrupa Vicente desde el punto de vista estético, sino histórico y didáctico de lo que supuso el trabajo en la mina. Es encontrarnos con algo diferente y particular que nos diferencia del resto. Estamos viendo el mundo de la mina, que fue tallado, excavado por la mano del hombre hace siglo y medio. Eso está presente y a la vista. Agrupa Vicenta. Murió gente. Niños. Hombres. Debe ser un espacio de culto, para sobrecoger. Nos fascina el espacio natural pero el espacio artificial.
El complejo ocupa un total de 50.000 metros cuadrados en las faldas de la Sierra Minera y el mismo contará con un tren minero que desplazará a los turistas a lo largo de los diferentes espacios que van a ser objeto de visita. En concreto, el Parque contempla la rehabilitación y musealización del conocido como Camino del 33, antigua vía de acceso a las explotaciones mineras que atraviesa la Sierra y que une La Unión con Portmán y el Mar Mediterráneo, de un horno de calcinación, de unos polvorines, de un filón de estaño, de un lavadero de mineral, de una balsa de lodos y de dos minas, “Pablo y Virginia”, en la que se ha actuado en sus instalaciones externas, y la espectacular “Agrupa Vicenta”, sin duda alguna uno de los más poderosos atractivos turísticos con los que va a contar desde este momento la Región de Murcia.
LA MINA AGRUPA VICENTA
La “Mina Agrupa Vicenta” data del año 1869 y su recuperación la ha convertido en un espacio único y mágico, absolutamente diferente a cuanto estamos acostumbrados a contemplar. Sus más de cuatro mil metros cuadrados abiertos al público, a más de ochenta metros de profundidad, hacen de ella una de las minas visitables mayores de toda Europa, a la par que una de las más impresionantes y singulares por sus bóvedas de más de ocho metros de altura, sus gigantescas galerías, sus extraordinarios pilares y su lago subterráneo de aguas de color rojo por efecto de la pirita.
Los trabajos Agrupa Vicente tienen años. De dos para acá se creó el Consorcio. Y de un presupuesto de 600.000 euros para hacer visitable Agrupa Vicente ha pasado a millón y medio. Porque hay que hacerlo musealizable. Atracción turística. Espacio cultural y turístico de primer nivel. Eso lo decidimos nosotros. Hay que mejorar la carretera, vimos todos los proyectos en España y en Europa. Tres millones y medio hemos conseguido en 2010, con cuatro consejerías y dos Ministerios del Gobierno de España, Ayto La Unión y Cartagena. El proyecto es hoy mucho más ambicioso. La ruta minera del 33 recuperada íntegramente en sus dos primeros kilómetros y los seis restantes como sendero de pequeño recorrido. De un filón de estaño de la Mina Remunerada. De la mina Pablo y Virginia. Polvorines. Lavadero de la Remunerada. Hornos de calcinación y fundición… OCHO YACIMIENTOS MINEROS DEL XIX QUE CONFORMAN EL PARQUE MINERO. Ese es el proyecto. Muy serio, muy consistente, con mucho trabajo detrás.
Y este proyecto en el cual vamos a ver la industria minera íntegra en el siglo XIX, desde los filones hasta las fundiciones, musealizado y explicado, con toda la infraestructura turístico cultural que lleva, además, es un proyecto que anda ya DE LA MANO DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DEL CANTE DE LAS MINAS. La Mina ya ha sido escenario de varias actuaciones en la pasada edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, estando previsto repetir la experiencia en el certamen de 2010 ante el éxito que tuvo la experiencia. Dimos el paso y esto empieza este año y va de la mano siempre: el Binomio Cante Mina
Y teniendo un espacio tan mítico, tan espectacular, tan diferente, queremos aprovecharlo y exprimirlo en el mejor sentido de la palabra: de ahí hacer dos actividades tan dispares como el DESFILE DE MODA FLAMENCA, meter una pasarela… Los mejores del mundo del flamenco han dicho, ¡Joer macho! Esto es un antes y un después. Y este año viene lo mejor de SIMOF, ya está cerrado con ellos. Contraste de ese desfile en la mina que de verdad que rompe esquemas.
Pero aún aprovechando Agrupa Vicente como espacio cultural, no podemos perder de vista dónde están nuestras raíces y esencias. Y al día siguiente, sin solución de continuidad, ese escenario multicolor y musical se transforma en el templo del CANTE FLAMENCO. Y allí se canta Cante Jondo y Cante de las Minas. El año pasado cantó Juanito Pinilla y este año Encarna. Y que rompa con sus quejaos esa mina tan fantástica. Tiene que ser siempre así. Es la primera mina visitable que se hace en la Región de Murcia y tiene que ser siempre un templo del cante jondo.
MUSEO MINERO EN EL LICEO OBRERO Y MUSEO DEL CANTE DE LAS MINAS EN LA CASA DEL PIÑÓN
GG. Y acerca del Museo Minero…
.FMB. Por supuesto. Nosotros tenemos muy claro que LA UNIÓN SE LLAMA MINA. Eso nos diferencia y nos singulariza. Para su desgracia y para su bien, y para este futuro que nos espera, La Unión está íntimamente ligada a la Sierra Minera. No tenemos que buscar estereotipos ni inventarnos cosas como hacen otros tenemos idiosincrasia absolutamente propia que tenemos que defender.
Y dentro de ese concepto global, La Unión tiene que respirar mina por sus cuatro costados. Estamos metidos de lleno en ese proceso de transformación. Cualquier ciudadano que se pasee por La Unión está viendo que queremos que La Unión respire esa cultura: nuevas redondas, motivos mineros, restaurar los que ya existían… para identificar al municipio. Y luego, nuevos atractivos.
Empezamos por el Museo Minero, que tiene una de las mejores colecciones de minerales que hay en España. Pero tenemos mucho todavía que avanzar. Y tenemos ya cerrado, firmado el convenio y presupuestado la ampliación del Museo. En el mismo Liceo Obrero, la primera Escuela Pública que hubo en La Unión, para que siga siendo ese lugar de aprendizaje de la cultura de la minería. Vamos a ocupar la manzana completa, expropiar la esquina con unas edificaciones que hay en ruina y vamos a duplicar la superficie haciendo una planta sótano. Mantenemos fachadas y conservamos la estética original pero multiplicamos por dos y medio la superficie. Una primera planta con el Centro de Interpretación Regional de la Minería, importantísimo, que no existe. El Archivo Minero, Biblioteca Minera. Sala de Estudio, de Conferencias y dependencias propias administrativas; un salón de actos para congresos, sala de teatro, de cine… un espacio multicultural y una sala de exposiciones temporales de la q ue ahora carecemos. Planta Baja y desde ella, mediante un gran hueco central a modo de pozo presidido por un gigantesco castillete, un proyecto estéticamente impresionante y bajaríamos al MUSEO MINERO simulando la bajada a las entrañas de la tierra. Ya nos reconvertimos en un gran museo, un espacio sensorial, temático, que entre por la vista, el oído, el olor… Reconvertir todo ese gran patrimonio que tenemos en algo interactivo, moderno, atractivo Y QUE TERMINA ENTRANDO A UNA GALERÍA. Tener en cuenta que el Parque Minero no es accesible para todo el mundo y habrá gente que no pueda verlo y habrá una sala con audiovisuales, nuevas tecnologías que nos introducirán en el mundo de la minería. Son dos millones seiscientos mil euros casi quinientos millones de pesetas que se van a empezar a gestionar este año que empezamos ya con un proyecto a dos años o dos años y medio. Tiene que ser el otro polo de atractivo de La Unión: PARQUE MINERO-MUSEO MINERO, las dos grandes señales de identidad.
Para julio de este año queremos inaugurar el MUSEO DEL CANTE DE LAS MINAS, que por eso se nos conoce en el mundo entero. Bueno pues ese premio de los corresponsales extranjeros requiere que La Unión sea ya consciente de que el cante de las minas no es una apuesta estacional. La Unión tiene potencialidades para decir somos capital cultural del flamenco los 365 días del año. No digo que no haya otras. Pero sí que podemos serlo todos los días del año. Y lo vamos a conseguir teniendo el Museo del Cante de las Minas. Está el proyecto ya terminado, se licita la obra el mes que viene y en el mes de julio se inaugura el Museo del Cante de las Minas en el mejor sitio posible, no hay otro: los bajos centrales de la Casa del Piñón, en el Ayuntamiento de La Unión en la calle Mayor. Y va a ser un Museo sensorial, visual, auditivo Un museo impactante lo que he podido conocer nos ha llamado muchísimo la atención porque entrar en el Museo del Cante de las Minas va a ser como entrar en la Galería de una mina y a partir de ahí vamos a ver formas, a escuchar sonidos y a imbuirnos en el mundo de las entrañas de la tierra por la vertiente del flamenco, del cante jondo. Y además del MCM, que va a quedar permanentemente vinculado a la historia de este municipio y de nuestro Festival
Francisco Martín Bernabé Pérez (FMB)
Licenciado en Derecho y Abogado
Alcalde de La Unión